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Bioseguridad: medidas para prevenir las infecciones aéreas

Es difícil demostrar experimentalmente si un patógeno puede transmitirse por vía aerógena y cuán lejos puede alcanzar
13 diciembre 2006
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Es difícil demostrar experimentalmente si un patógeno puede transmitirse por vía aerógena y, en caso afirmativo, cuán lejos puede alcanzar. Por ejemplo, en los primeros estudios de neumonía enzoótica (NE), los cerdos libres de NE sólo se infectaron si estaban a pocos metros de los animales positivos. Posteriores observaciones de campo han sugerido que puede ser transportado por el viento al menos 2 km. Estudios experimentales parecidos con Actinobacillus pneumoniae (App) han llegado a conclusiones parecidas. El mayor avance llegó con un brote de fiebre aftosa (FA) en Inglaterra en el que pareció haber poca correlación entre la dirección de las aves migratorias, movimiento de animales, personas o vehículos con la dirección en la que se diseminó la enfermedad, que correspondía básicamente con la del viento. Las consiguientes investigaciones cooperativas entre virólogos y meteorólogos definieron las condiciones bajo las cuales puede diseminarse un aerosol que contiene virus. La luz del sol, temperaturas altas y condiciones de muy poca humedad pueden evaporar las gotitas e inactivar rápidamente el virus rápidamente. Contrariamente, en condiciones frías, húmedas y sin luz, lo que explica que haya más epidemias en invierno. Se diseñó un programa informático para predecir la diseminación de un aerosol teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas. Más tarde, cuando apareció un brote de FA cerca de la costa norte de la Bretaña francesa, el programa predijo que el virus podría alcanzar la costa sur de Inglaterra, y lo hizo. Los cerdos producen más cantidad de aerosol con virus de FA que otras especies. Observaciones parecidas se han hecho con la enfermedad de Aujeszky en las islas danesas de la costa de Alemania, donde la enfermedad es endémica. Los daneses pagaron la vacunación de las explotaciones alemanas y las islas dejaron de sufrir brotes.

Las infecciones transmitidas vía aerosol no viajan tan bien sobre la tierra como sobre el agua. Las colina y, en menor medida, los árboles y edificios causan turbulencias y la precipitación del aerosol. Las zonas llanas con pocos árboles y edificios no generan estas turbulencias y, si una explotación libre de NE o App tiene a la vista (sin obstáculos) una granja positiva, tiene casi la certeza de sufrir un brote si las condiciones meteorológicas son favorables. Otro factor en la diseminación sobre tierra es que en las regiones cálidas elevan el aire que contiene la infección hacia niveles más fríos donde puede recorrer distancias variables antes de descender a nivel del suelo. De este modo se han encontrado brotes de FA que no se diseminaban en granjas contiguas sino a varias granjas más allá.

Un movimiento lento y constante del aire sobre aguas relativamente calmadas tiende a viajar en capas sin muchas turbulencias.

Una analogía visible es una columna de humo, por ejemplo de un barco de vapor, que puede viajar con una ligera brisa, durante muchos kilómetros sin dispersarse. Esto solía ser utilizado por los submarinos de la primera guerra mundial para rastrear cargueros.

¿Cómo prevenir la infección por aerosoles?

Evidentemente, de lo dicho hasta ahora, un gran lago ofrece poca protección contra este tipo de diseminación. A menudo se considera que las explotaciones en naves tienen menos riesgos que las extensivas o semiextensivo, pero la ventilación, especialmente la de entrada, introduce el virus. Las explotaciones aisladas en zonas de poca densidad porcina tienen menos riesgo. El riesgo se reduce más si la explotación se sitúa en un terreno arbolado, que bloquea la libre circulación del viento. En terrenos montañosos el viento sufre turbulencias y los aerosoles precipitan. Un inconveniente de estas localizaciones tan alejadas es la dificultad para encontrar personal. Debería haber menos problemas con el personal en zonas costeras donde el viento es predominantemente marino. En la experiencia del autor las explotaciones cerca del mar no suelen tener patologías respiratorias y raramente padecen infecciones transmitidas vía aérea de otras granjas.

Tom Alexander. Consultor veterinario porcino internacional. Reino Unido

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